DULCE MADRE

Cuando Jesús estaba en la cruz 
nos fuiste dada como Madre,
desde entonces nuestro corazón 
te custodia con ardiente amor.
Eres Madre del Maestro 
y del discípulo 
tu amor materno nos conduce a Jesús,
formamos una sola familia 
unida por la gracia y la caridad.

Eres tú la dulce Madre 
de los discípulos misioneros,
nos arrullas hoy, 
en tus suaves brazos,
nos envuelves en tu amor.

Colaboras en la construcción 
de tu amada Iglesia,
con tu nueva maternidad 
te ofreces con amor filial.
Cerca de nosotros te mantienes 
nos reúnes en tu intimidad,
grabando en nuestro corazón 
la Palabra de tu Hijo, 
que acogiste con pasión.

Tu vida inspira nuestra fe 
en el seguimiento del Señor,
toda tu razón de ser 
fluye en el amor a Dios.
Eres la herencia más hermosa 
que obtuvimos para el discipulado,
ahora tu maternidad, es universal 
es consuelo en el dolor.

Mi pequeña morenita 
eres el regalo de Jesús
Fiel consuelo en el dolor (2)