Este vía crucis santo,
¡Oh buen Jesús! Aceptad,
vuestras penas y mi llanto,
borrarán mi iniquidad.
Por vuestra pasión sagrada,
Oh adorable Redentor
salvad el alma penada
de este pobre pecador.
Jesús víctima escogida
condenado es a morir,
para darme eterna vida
quiere tal suerte sufrir.
Jesús el leño pesado
abrazó con tierno amor,
en sus hombros colocado,
por este vil pecador.
Mi Jesús por vez primera
rendido en tierra cayó.
Haré su cruz más ligera
si a sus pies me postro Yo.
En la calle de amargura
a su Madre Jesús ve:
de semejante ternura
mi maldad la causa fue.
Obligado el Cirineo
presta ayuda al Redentor,
Yo llevar mi cruz deseo,
resignado y por amor.
Verónica, compasiva,
limpia la divina faz,
del polvo, sangre y saliva,
de mi soberbia falaz.
Jesús de fatiga tanta,
cae por segunda vez;
cayó cuando su ley santa
quebranté con altivez.
Jesús a llorar convida
a las hijas de Judá.
Si lloro mi mala vida
Jesús me consolará.
Jesús ríndase extenuado
ante inmensa multitud.
¡Qué penosa le ha costado
mi obstinada ingratitud!
Arrancan las vestiduras
a Jesús con gran crueldad.
Así expía mis locuras
de mi impureza y vanidad.
Con terribles martillazos
en la cruz clavado fue.
Yo descoyunté sus brazos,
a sus manos y pies clavé.
Después de larga agonía,
el buen Jesús expiró,
y al verlo ¿no lloraría
sus culpas quien le ofendió?
El cadáver santo adora,
María con gran piedad.
El perdón, ¡Oh Madre! Implora
este mundo de maldad.
En el sepulcro reposa
el cuerpo del Salvador
Encerrado con su losa
quisiera morir de amor.